08
Jun 2021
La enfermedad COVID-19 no da respiro y las tasas de infección y fallecidos aumentan en casi todos los países del mundo. Ante el avance de la segunda ola de COVID-19 en la Argentina cada vez son más las personas que buscan mayores herramientas de protección para evitar contagiarse del virus. Además, con la noticia de que las algunas variantes del virus se extienden por algunos países del mundo, se hace necesario maximizar y ajustar los barbijos para mejorar su rendimiento o efectividad y reducir la transmisión y exposición del SARS-CoV-2.
Hay muchos tipos de máscaras que sirven para protegerse a uno mismo y proteger a los demás de contraer y propagar COVID-19. La transmisión aérea es una de las principales vías de transmisión de virus respiratorios, incluido el síndrome respiratorio agudo severo SARS-CoV-2. Se ha recomendado ampliamente el uso de máscaras faciales para mitigar la transmisión y según advierte una investigación publicada en la revista Science, se cree que las máscaras protegen a las personas de dos maneras: control de la fuente que reduce la emisión y propagación de virus respiratorios a través de gotitas y aerosoles en el aire, y protección para el usuario que reduce la inhalación de virus respiratorios en el aire.
Sin embargo, la eficacia de las máscaras todavía está en debate. En comparación con los respiradores N95/FFP2 que tienen tasas de penetración de partículas muy bajas (alrededor de 5%), las máscaras quirúrgicas y similares exhiben tasas de penetración más altas y más variables (alrededor de 30-70%).
Tal como muestra la imagen, los mejores barbijos con 95% de efectividad que te protegen a vos y a las personas cerca tuyo son: N95, KF94 y KN95 y FFP2. Buenos barbijos son el quirúrgico con un 50-70% de efectividad y el de tela 20-50% de efectividad. Por último, juntar un barbijo quirúrgico abajo (50-70%) y arriba ponerse uno de tela (20-50%), o sea, juntarlos y hacer un ‘doble barbijo’ (quirúrgico + tela) logra hasta un 85% de efectividad.
Dado que el coronavirus puede propagarse a través de gotitas y partículas que se liberan al aire al hablar, cantar, toser o estornudar, las máscaras siguen siendo una buena idea en lugares públicos cerrados y abarrotados que contienen una mezcla de personas vacunadas y no vacunadas.
FUENTE: https://www.infobae.com